Historia de cómo crear una ciudad
Apartir de los años 60, Salou experimentó un espectacular crecimiento urbanístico provocado, en gran medida, por un aumento más que considerable del turismo. Más tarde, durante la década de los 70, un amplio movimiento popular y organizado promovió el proceso de segregación de Salou respecto a Vila-seca. Proceso que culminó el 30 de Octubre de 1989 con una sentencia del Tribunal Supremo que concedía la independencia administrativa de Salou respecto a Vilaseca.
Desde esa fecha, y hasta el momento actual, es fácil percibir el importante cambio que ha sufrido la fachada de nuestra población. Pero deberíamos cuestionar si realmente hemos conseguido los objetivos que nos marcamos con la Segregación: ese cambio profundo que buscaba protagonizar Salou, con un turismo consistente (no solo sustentado en el sol, la playa y Port Aventura) y con una oferta lúdica variada. Un Salou que ofrezca salidas laborales interesantes para que nuestros jóvenes no se vean obligados a emigrar a otras poblaciones colindantes para así conseguir un empleo estable y no temporal.
Una ciudad con un plan urbanístico adecuado a las necesidades de una población que quiere continuar residiendo en Salou pero que, como consecuencia de unos precios desorbitados, no pueden permitirse el lujo de poder continuar viviendo en su pueblo; y a los que no les queda otra salida que cambiar de residencia. Desde 1989 solo se ha construido un edificio de protección oficial en Salou, a pesar de que en repetidas ocasiones ya se nos había prometido más viviendas de estas características. Y ha tenido que ser necesaria una la ley de la Generalitat para obligar al ayuntamiento a construirlas.
Todos quisiéramos una ciudad con una oferta educativa mucho mas amplia que la actual: guarderías públicas capaces de absorber la demanda de las mismas, más ofertas para cursos subvencionados de idiomas (tan esenciales y tan escasos en esta zona turística), más formación para adultos o gente desocupada, más plazas públicas para educación primaria y secundaria, etc. Sabemos que no es una competencia municipal pero el Ayuntamiento puede poner las bases para hacerlo posible. El sueño de un Salou independiente incluía una serie de infraestructuras paralelas al crecimiento urbanístico que desde luego, hoy, no existen. Parece casi obsceno comparar la evolución que ha seguido nuestra ciudad, en relación con los servicios y las infraestructuras públicas, con nuestros vecinos de Vila-Seca: como joven siento envidia por toda la zona de ocio que ha proyectado Vila-seca junto al límite de Salou. Eso, es trabajar para el futuro: no como en Salou ■ D.C.
Desde esa fecha, y hasta el momento actual, es fácil percibir el importante cambio que ha sufrido la fachada de nuestra población. Pero deberíamos cuestionar si realmente hemos conseguido los objetivos que nos marcamos con la Segregación: ese cambio profundo que buscaba protagonizar Salou, con un turismo consistente (no solo sustentado en el sol, la playa y Port Aventura) y con una oferta lúdica variada. Un Salou que ofrezca salidas laborales interesantes para que nuestros jóvenes no se vean obligados a emigrar a otras poblaciones colindantes para así conseguir un empleo estable y no temporal.
Una ciudad con un plan urbanístico adecuado a las necesidades de una población que quiere continuar residiendo en Salou pero que, como consecuencia de unos precios desorbitados, no pueden permitirse el lujo de poder continuar viviendo en su pueblo; y a los que no les queda otra salida que cambiar de residencia. Desde 1989 solo se ha construido un edificio de protección oficial en Salou, a pesar de que en repetidas ocasiones ya se nos había prometido más viviendas de estas características. Y ha tenido que ser necesaria una la ley de la Generalitat para obligar al ayuntamiento a construirlas.
Todos quisiéramos una ciudad con una oferta educativa mucho mas amplia que la actual: guarderías públicas capaces de absorber la demanda de las mismas, más ofertas para cursos subvencionados de idiomas (tan esenciales y tan escasos en esta zona turística), más formación para adultos o gente desocupada, más plazas públicas para educación primaria y secundaria, etc. Sabemos que no es una competencia municipal pero el Ayuntamiento puede poner las bases para hacerlo posible. El sueño de un Salou independiente incluía una serie de infraestructuras paralelas al crecimiento urbanístico que desde luego, hoy, no existen. Parece casi obsceno comparar la evolución que ha seguido nuestra ciudad, en relación con los servicios y las infraestructuras públicas, con nuestros vecinos de Vila-Seca: como joven siento envidia por toda la zona de ocio que ha proyectado Vila-seca junto al límite de Salou. Eso, es trabajar para el futuro: no como en Salou ■ D.C.
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